miércoles, 20 de noviembre de 2013

Con lo fácil que es

Hoy tengo el día reivindicativo. El mundo de la piruleta está muy bien, pero tanto almíbar y falso oropel cansa. La vida es maravillosa, pero no es perfecta, por eso es maravillosa. Hacer creer lo contrario es una absoluta estupidez. Nadie está todo el día sobre  tacones de 15cms, vestida de diseño, peinada de peluquería y fresca como una lechuga. Ni trabajando 22 horas al día en proyectos fascinantes ni cosechando éxito tras éxito. Y conciliando todo esto con la familia. Y comiendo cupcakes. Mentira.

Si este país no se hunde, es o porque Dios no quiere, o porque las personas, la base del país, no dejamos que eso ocurra. Si fuera por políticos, sistema financiero, arrabaleros varios y demás actores sociales que contribuyen cero a que esto marche, las cosas estarían muuuucho peor.
Sin embargo, muchas veces parece que la mezquindad es contagiosa, y en vez de tratar de ser mejores, personas valiosas y de provecho, que hagamos que merezca la pena estar con nosotros, nos volvemos peores, arrastrados por las circunstancias y el ambiente enrarecido que se respira en estos días.

A punto de traer una criatura al mundo, una se preocupa de ser mejor, intentar dar ejemplo, y hacer de su entorno un lugar más agradable.

Con lo fácil que es:

- Sonreír
- Decir "Buenos días"
- Decir "Gracias"
- Ser amable
- Pedir las cosas "Por favor"
- Ser conciso y claro
- Tratar al que tienes delante con respeto
- No pensar que tienes derecho a que la gente te sirva
- No creer que tienes la razón absoluta
- Ser humilde
- Ser educado

Ni mucho menos soy la dulzura personificada ni el buen humor andante (sobre todo últimamente), pero si algo tengo muy muy claro, es que el respeto y la educación son la carta de presentación y el retrato de una persona. Y esto no todo el mundo lo tiene tan claro.
Con lo fácil que es.


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