Hey, ho, lets go

Poca vergüenza es lo que tengo al aparecer por aquí otra vez. Pues sí, poca o ninguna. Cuando se está trabajando y la inspiración no viene, pues mejor estar callada, por si acaso. Muy inspirada no es que esté, pero ya iba teniendo ganas de volver al blog y en algún momento había que empezar, y aquí estoy.

En El Atelier de Cristina hemos recuperado buenas costumbres y además de retomar el blog, volvemos a escuchar rock. Entre tocados y pamelas, flores y velos, viene estupendamente que suene, por ejemplo, Thunderstruck. La vida no es un tablero de Pinterest, qué aburrimiento. El Universo está mandando señales y yo no soy quien para ignorarlas. Dior usa a los Led Zeppelin para anunciar perfume y Loquillo dice que ser rockero mola. Incluso en el pueblo de mi abuelo paterno, Peralejos de las Truchas, han hecho hijo adoptivo a Bruce Springsteen.

Además, esto del rock es una actitud, muy útil para sobrevivir a la locura de vida que nos ha tocado. De qué forma si no, iba una a meterse a ser esposa, madre, emprendedora y lo que te rondaré morena, si no nos encantara walking On The Wild Side. Y encima salir airosa cada día, de aquella manera claro, haciendo equilibrismos y conciliando (Ja ja ja ja). Vamos, como casi cualquier mujer de mi alrededor. Cada vez tengo más claro estamos hechas de otra pasta. Anda que no nos controlamos para no ir marcándonos un "Jimi Hendrix" de vez en cuando y no destrozar la guitarra, el amplificador y cualquier cosa rompible y quedarnos bien a gusto.

Ahora mismo, parece que los Who, en sus buenos tiempos, o Atila, han pasado por el Atelier y lo han arrasado. Yo no hago más que hacerme listas, organizarme y reorganizarme y todo a mi alrededor sigue en el más absoluto caos. Probablemente, no me quede otra que acostumbrarme, porque ya se sabe, si no puedes con ellos, únete.
Por aquí vamos a continuar con todo lo que tengo que preparar para mi flamante nueva página web. Pronto en sus pantallas.
Nos vemos por aquí (otra vez).